por Alipio Freire,
escritor Brasilero y periodista de Brasil de Fato
Cuando hablemos de las guerras
contengámosnos
la simple emoción apenas ampliará los conflictos.
Cuando hablemos de las guerras
bajemos el tono
millones de hijos de trabajadores y del pueblo mueren en las trincheras
por una causa que no es suya.
Cuando hablemos de las guerras
hablemos con recato
para no despertar los niños que duermen
en los frentes de batalla
respetemos su último sueño.
Cuando hablemos de las guerras
hablemos con todo respeto
para que transformemos el desespero de madres, viudas y huérfanos
en gritos de paz.
Cuando hablemos de las guerras
no olvidemos que el enemigo es la guerra
nuestros compañeros
son los pueblos.
Cuando hablemos de las guerras
hablemos de la igualdad entre los hombres
comencemos por borrar las fronteras.
Cuando hablemos de las guerras
recordémonos del proxeneta que las promueve
el capital.
Cuando hablemos de las guerras
recordemos que sólo existe una trinchera legítima
la de los que se niegan a combatir.
Cuando hablemos de las guerras
saquemos nuestra mejor arma
la bandera de la paz y del socialismo.
Hablar de las guerras es el opuesto
a hablar de la Revolución
aunque nuestros compañeros y consignas
sean siempre los mismos
los pueblos, la paz y el socialismo.
contengámosnos
la simple emoción apenas ampliará los conflictos.
Cuando hablemos de las guerras
bajemos el tono
millones de hijos de trabajadores y del pueblo mueren en las trincheras
por una causa que no es suya.
Cuando hablemos de las guerras
hablemos con recato
para no despertar los niños que duermen
en los frentes de batalla
respetemos su último sueño.
Cuando hablemos de las guerras
hablemos con todo respeto
para que transformemos el desespero de madres, viudas y huérfanos
en gritos de paz.
Cuando hablemos de las guerras
no olvidemos que el enemigo es la guerra
nuestros compañeros
son los pueblos.
Cuando hablemos de las guerras
hablemos de la igualdad entre los hombres
comencemos por borrar las fronteras.
Cuando hablemos de las guerras
recordémonos del proxeneta que las promueve
el capital.
Cuando hablemos de las guerras
recordemos que sólo existe una trinchera legítima
la de los que se niegan a combatir.
Cuando hablemos de las guerras
saquemos nuestra mejor arma
la bandera de la paz y del socialismo.
Hablar de las guerras es el opuesto
a hablar de la Revolución
aunque nuestros compañeros y consignas
sean siempre los mismos
los pueblos, la paz y el socialismo.
2 comentarios:
Grande camarada Raúl,
síntome honrado con la linda y perfecta traducción de mi poema, y con su publicación en este blog.
Tu eres mismo un grande amigo y compañero.
Sí, venceremos.
Un fuerte abrazo,
Alipio Freire
Hola compa como le va, aki paso a saludarlo. bueno tiene bastante botado el blog parece.
Ojala estes bien cuidate
BRNRDO
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