Los desposeídos -la "gran bestia" del mundo- pueden provocar trastornos
y deben ser controlados en aras de lo que en la jerga técnica se denomina
"estabilidad", lo que significa subordinación a los dictámenes de los
amos. (Noam Chomsky)




“…Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita
asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos…”
(Fragmento de “Esa Boca”, 1955. Mario Benedetti.)


lunes, 17 de marzo de 2008

Dos lecturas frente a la ofensiva comunicacional de “El Mercurio” contra El Pueblo Mapuche


Por: Raúl Hernán Contreras Román*

Durante el mes de febrero el tradicional diario chileno “El Mercurio” estuvo difundiendo reportajes, noticias y columnas de opinión sobre el mal llamado “conflicto mapuche”. En términos generales los textos daban cuenta del ambiente de terror, de caos y de ausencia de estado de derecho que según las elites del país se vive al sur de Bio-Bio, a causa de la acción de protesta de “pequeños grupos” pertenecientes al pueblo mapuche o simpatizantes con su causa.
Podríamos pensar, conociendo la línea editorial del diario, que esto no tiene nada de nuevo. Lo sospechoso a mi entender es que esta ofensiva comunicacional de la derecha chilena, aparezca en momentos en que el conflicto perecía haberse enfriado, con el término de la huelga de hambre de Patricia Troncoso y con la silenciada impunidad del asesinato de Matías Catrileo.
Creo que esta persistencia del El Mercurio en la temática, nos puede ayudar a entender dos cosas, desde dos posibles lecturas:
La primera y evidente, es que estamos asistiendo a una oleada propagandística de la burguesía nacional en contra de la causa mapuche; que, desde mi punto de vista, busca "domonizar" y crear un enemigo interno que, a juicio de la derecha chilena, pone en jaque la seguridad nacional y que por lo tanto hay que combatir.
Sabemos que las clases dominantes son profundamente pragmáticas, por lo que no pueden combatir dicho enemigo en el aire, ni sólo en el campo del discurso. Necesitan darle cuerpo y nombre, asignarle personalidad e inventarle una biografía y un prontuario que escandalice a cualquiera, teniendo como primer gran objetivo la activación del miedo en la sociedad. Así se configura el espectro imaginario, con su cuerpo (hoy los mapuches), su nombre (el cualquier grupo “subversivo”) y su prontuario (terroristas, violentitas, etc.). Construcción en la que lo único completamente real es el cuerpo, tan real como la represión que recibe.
Si miramos lo anterior como una estrategia política, posicionándola en la historia de los movimientos populares, podemos entender que la construcción del espectro prepara las condiciones intersubjetivas para la posterior oleada de represión, que lejos de ser ponderada como eso; será expuesta y valorada como el cumplimiento del deber, en nombre del “bien de la nación”.
Esta estrategia tan antigua como la lucha de clases, ha sido históricamente usada por las clases dominantes contra las luchas populares. Existen antecedentes recientes en el continente y en el mundo, que nos dan cuenta de su despliegue.
Durante los primeros días de mayo de 2006 el levantamiento del pueblo de San Salvador de Atenco, México; fue satanizado por los medios de comunicación que transmitieron hasta la saciedad las imágenes de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, acompañando dichas imágenes de análisis parciales, de comentarios desproporcionados e histéricos, que llamaban a las fuerzas de orden para que interviniesen. El tratamiento informativo de lo sucedido y la posterior horrible represión en la que más de 3000 efectivos policiales masacraron a alrededor de 300 manifestantes con resultado de dos personas muertas (uno de ellos de 14 años, por herida de bala de uso exclusivo de las fuerzas armadas) y más de 200 detenidos; no fueron elementos desconectados, sino que correspondieron a una estrategia orientada política y militarmente, como han demostrado investigaciones posteriores y como bien retrata el documental “Romper el Cerco” (1).
La misma estrategia fue usada para justificar la invasión a Irak. Los medios a nivel mundial se volcaron a difundir la falacia de la existencia de armas de destrucción masiva en aquel país, sembrando el terror en la población mundial y justificando posterior acción militar.
En el pasado, la misma estrategia se usó antes de la invasión por parte del Estado de Chile de las tierras autónomas de la Nación Mapuche, en la segunda mitad del siglo XIX. Los salvajes raptaban y violaban mujeres, secuestraban soldados y misioneros, saqueaban y amenazaban con quemar ciudades… El resto de la historia es más o menos conocida. Desde esa fecha que el cuerpo al que se atacó es cercenado. Inmediatamente después del genocidio que significó la “Pacificación de la Araucanía” (que termina a comienzos de 1884) el cuerpo continuó siendo atacado por la usurpación de su territorio y sus bienes, lo provocó una crisis alimentaria y sanitaria profunda; que vino a diezmar la población. Así se puede observar en el censo indígena de 1907. “Las hambrunas, el deambular de familias desplazadas, provocaba epidemias, siendo la más importante la de cólera del año 1884 (relatada por Pascual Coña), en la que murió más de un 15 por ciento de la población […] No es aventurado decir que entre 1881 y 1907 murieron a consecuencia las hambrunas y las pestes unos veinte o treinta mil indígenas” (2).
Para concluir este punto hay que señalar que la consecuencia entre acción propagandística de la elite y acción represiva a llegado a ser evidente en momentos de la historia en que los medios de difusión burgueses no sólo dispararon letras y titulares. Como sucedió aquel 3 de mayo de 1903, en que los obreros de la Compañía Sudamericana de Vapores, de Valparaíso, levantaron una manifestación que fue fuertemente reprimida por El Ejército y La Armada, muriendo más de 100 personas. Luego de este sangriento hecho, los manifestantes marcharon al centro de la ciudad de para exigir que el diario El Mercurio informara de lo ocurrido, éstos lejos de atender a los manifestantes y ocuparse de difundir la verdad, las emprendieron a balazos desde las alturas del edificio, asesinando a más de diez obreros.
La segunda cuestión que nos enseña esta persistencia de El Mercurio en la temática, es que el conflicto entre el Estado de Chile y el Pueblo Mapuche, es un conflicto profundo y que su agudización en diferentes momentos de la historia no hace más que evidenciarlo. El conflicto tiene sus raíces históricas y apela a la propia construcción del Estado de Chile, sus demarcaciones territoriales y por sobre todo las lógicas desde las que ha orientado su actuar económico y el tratamiento de las poblaciones indígenas que preceden a su formación. Por esto el conflicto no es sólo lo que se presenta como expresión factual, que considera exclusivamente su expresión máxima y evidente de enfrentamiento entre las partes en el discurso o en la acción violenta.
Comparto desde el punto de vista histórico con Bengoa que “la política de colonización y reparto de tierras que el Estado aplicó a fines del siglo XIX una vez que ocupó militarmente la Araucanía, es el origen de la situación actual” (3). Así también avengo con Lillo que “el conflicto interétnico que está presente entre nosotros desde la fundación de la república reconoce como su causa fundamental, el paradigma desde el que el Estado ha asumido su relación con el Pueblo Mapuche; esto es, desde una perspectiva autoreferente y etnocéntrica”(4). No obstante, a ambas posiciones creo necesario sumar el hecho de que lo que ha motivado la lucha del Estado chileno contra el pueblo mapuche es la lógica político- económica, liberal capitalista, que ha orientado el devenir de éste. Por esto las legislaciones y políticas que ha desarrollado el Estado hacia los pueblos indígenas en general y hacia el pueblo mapuche en particular, lejos que de tener como principal preocupación el manejo de la realidad interétnica presente en la composición plurinacional del país, no han sido más que una ampliación de los proyectos de desarrollo económico planteados en distintos momentos de la historia republicana y según las distintas fases del capitalismo global. Así es que las diversas y complejas problemáticas de los pueblos indígenas y su relación con la sociedad nacional, se ha visto reducida en la mayoría de las legislaciones a la cuestión de la tierra. La “cuestión indígena” ha sido reducida a la “cuestión de la tierra de los indígenas”. Esto se debe a que esencialmente es el control y dominio de los territorios lo que necesitó y necesita el modelo económico, explotador y exportador de materias primas, que ha dominado la planificación macroeconómica del Estado de Chile desde su consolidación. Este modelo requiere de espacios para explotar y de mano de la obra barata para que lo haga. Usurpado la tierra al indígena se consigue lo primero y privándole de ella se le obliga a asalariarse, o sea se consigue lo segundo.
Sería interesante realizar dos preguntas a aquellas mentes brillantes que escriben en El Mercurio (uno de ellos Premio Nacional de Historia) tan ligados a la institucionalidad y a la defensa del orden
Primero: ¿Existe acaso hoy alguna salida institucional a la problemática que expresa el pueblo mapuche desde su lucha?
Segundo: ¿Cómo se concilia el hambre explotador y destructor del neoliberalismo, y de las familias que le dirigen en Chile, con el precepto cultural de la conservación y la relación armoniosa con el territorio?
Mi respuesta para lo primero es un rotundo NO. Ni siquiera existe espacio para la demanda vital y que haría posible el diálogo entre las partes, que es la consideración legal de las tierras usurpadas al pueblo Mapuche.
De lo segundo, para mí ambas cosas son irreconciliables, a menos que nos engañemos y pensemos posible aquello del capitalismo sustentable. El problema, a mi entender, no es que las tierras sean mapuche, el problema es que éstos no quieran que su territorio sea ocupado con plantaciones forestales exóticas a gran escala, ni con la instalación de represas, ni con la extracción de minerales, ni con la instalación salmoneras, ni con la construcción de carreteras, ni con la construcción de industrias de procesamiento de celulosa.
Pienso que mientras exista un orden institucional con un Estado, una clase dominante y una prensa a su servicio, diciendo que la explotación responde al “interés nacional”, la única salida posible es la transformación de ese orden institucional.

Notas

* Quiero agradecer al compañero Alejandro Acuña, por su trabajo de seguimiento, compilación y difusión crítica del material publicado por El Mercurio, en relación a la lucha mapuche.
(1) El documental “Romper el Cerco” del Canal 6 de Julio y Promedios; está disponible para descargar en
http://salonchingon.com/cinema/otra_canal6atenco.php?city=mx y para ver en línea en http://video.google.es/videoplay?docid=2911843896738977053
(2) Bengoa, José (compilador) “La memoria Olvidada”. Publicaciones Bicentenario. Santiago, 2004. pp. 337-339
(3) Bengoa, José “Historia de un conflicto: El Estado y los mapuches en el siglo XX.” Editorial Planeta. Santiago, 1999. pp. 13.
(4) Lillo, Rodrigo “Conflicto Estado y Pueblo Mapuche. La interculturalidad como paradigma del derecho” en XII Congreso Internacional Derecho consuetudinario y pluralismo legal: desafíos en el tercer milenio. Arica 2000. pp. 744

6 comentarios:

Luz flamigera dijo...

Villalobos y sus pelas de cable.... viejo y la rctm.....[ para que decir más po, ese caballero habla puras tonteras en el mercurio, yo creo que debe tener ya a sus años demencia senil, a mi me caía bien, pero ahora??.. nah, perdio una de sus fans

Bueno,e sta re bueno tu texto... ando isn inspiración asói que no me pidas mayor analizis

un abrazo.!

Anónimo dijo...

Siga asi de crítico compañero Raúl con aportaciones como las suyas se puede recordar y abrir nuestros ojos de una realidad maquillada y disfradas bajo diversas formas, una el diario ...

Espero tener tiempo para escribir algo y enviarselo, suerte y fuerza cuando la necesitas allá por otras tierras.

Anónimo dijo...

Siga asi de crítico compañero Raúl con aportaciones como las suyas se puede recordar y abrir nuestros ojos de una realidad maquillada y disfradas bajo diversas formas, una el diario ...

Espero tener tiempo para escribir algo y enviarselo, suerte y fuerza cuando la necesitas allá por otras tierras.

Anónimo dijo...

Y qnos queda entonces es la pregunta?? en el verano estuve con gente de la costa de valdivia (donde está mi origen :) y sabes me contaron q la celulosa a todas las personas les está construyendo caminos, imaginate lugares inaccesibles hoy la celulosa arauco los hace "accesibles" y para quién? obviamente para ellos pues están consumiendo todo lo bello del bosque y las costas con sus plantaciones y contaminación...q tristeza sabes q las personas (algunas) estaban ilusionadas con la "buena intención de la celulosa"...
OHHH me fui en extenso escribiendote es q me acorde al leer lo q se prioriza del modelo y todo lo q se ha ido destruyendo y perdiendo...
da para mucho debatir y conversar tu texto también en las clases estigmatizadas por los medios de comunicaciones pensé mucho en el trabajo q realizaré ahora :P
así es q mejor me voy a leer y estudia jajaj

un abrazo y sigue escribiendo ...cuenta en este medio de lo q estás aprendiendo en brasil...

un abrazo antropoloko
Pola

Anónimo dijo...

estimado raul, que fuerte coincidencia que esa. recibi tu articulo por el centro bolivariano, y me apasiono... porque coresponde perfectamente al topico de mi tesina de ese ano: el tratamiento mediatico del movimiento politico mapuche por la prensa convencional y el contra-ataque comunicacional por parte de los mapuche, a traves del caso del conflicto en la comunidad Temucuicui.
despues, me di cuenta que tu era el autor (raul??!! tanto tiempo que bueno recordarme de esa linda sonrisa!). entonces fue a visitar tu blog!

asi, tu amiga francesa te envia un abrazo fuerte, y espera noticias tuyas y tambien autorizacion para quizas citarte en mi tesina (porque es muy pertinente lo que escribes)!

escribame cuando quieres! y aprovechamos de las circonstancias lindas de la vida!

Aude (audevauleon@gmail.com)

Helder Binimelis dijo...

Hola Raul, que bueno que me escribiste. Tienes mucha razón respecto a lo que comentas en tu artículo,las estrategias de criminalización en la derecha son permanentes, y más preocupantes todavía cuando contagian a un gobierno que se supone de centro-izquierda y que a pesar de todo mantiene una buena imagen internacional.
Creo que sería muy interesante cuestionar el tema de la propiedad de la tierra en la IX región, investigar cómo ha cambiado y cómo se ha constituido esta "legalidad" que ahora les genera tantas dificultades a los mapuche.
A pesar del silencio, no creo que este sea un año en que no pase nada, creo que después de dos asesinatos de jóvenes, este año tendrá mucha movilización social (que servirá para criminalizar y servirá para generar conciencia sobre el problema existente).
Bueno, mucha éxito en Brasil.
Helder