Los desposeídos -la "gran bestia" del mundo- pueden provocar trastornos
y deben ser controlados en aras de lo que en la jerga técnica se denomina
"estabilidad", lo que significa subordinación a los dictámenes de los
amos. (Noam Chomsky)




“…Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita
asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos…”
(Fragmento de “Esa Boca”, 1955. Mario Benedetti.)


martes, 16 de septiembre de 2008

Quieren tumbar al indio


"…tal vez podrán tumbar al indio,
pero jamás van a tumbar al pueblo"
(Evo Morales)

por: Raúl H. Contreras Román


Al indio lo tumban por ser indio, por ser campesino, por ser minero.
Al indio, por ser indio, por ser nada; le usurparon sus tierras de indio, sus tierras de nadie.
Al indio, por ser indio, lo tumbaron y le despojaron hasta de las tierras que cubren las tumbas de sus tumbados.
Algunos, que salvaron la carne de la tumba, escaparon a las ciudades.
El indio sin tierra, en tierra de blanco, sin blancos; se hacía cholo, se hacia colla.
El indio, campesino y minero, se hacía obrero.
El indio, por ser obrero, sólo tenía cuerpo para trabajar y ser tumbado por explotación o por bala.
El obrero, por ser indio, cargaba su destino de tumba en los hombros.
El obrero, por ser obrero, tenía el deber de alimentar a los blancos y a los blanqueados que le tumbaban.
El indio, campesino, minero, obrero; por ser pueblo, se hizo movimiento, se hizo lucha, se hizo historia.
El indio, por ser lucha, ser hizo clase.
La clase de los siempre tumbados, imaginó otro futuro que el de la tumba.
El indio que se tornó lucha, se hizo país y quiso refundar el país que los tumbadores de indios, soñaban sin indios. Ellos, que aprendieron desde antiguo a tumbar cuerpos, hoy quieren, como de costumbre, tumbar al indio.
El indio, campesino, minero, obrero; por ser clase, por ser futuro, se rebela y se enfrenta a los tumbadores.
El indio, por ser país, enseña a los que quieren tumbar al indio, que el indio no es cuerpo, que al indio no se le tumba ¡carajo!... porque el indio hoy es pueblo.
Fotografía, Fernanda Silva
http://www.flickr.com/photos/mfsfoto

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es necesario mezclar las subjetividades, y romper las dicotomías vulgar/educado popular/académico
muy buen trabajo.

Alena

Ricardo Suazo dijo...

compa
se agradecen sus trabajos

Anónimo dijo...

Primero que nada Raúl quisiera agradecer el interés por compartir esta textualidad de la realidad conmigo jejejej. Aunque leo poco siempre habrá tiempo para leer la interpretación de quién reflexiona bastante acerca de las problemáticas sociales que al paso del tiempo siguen igual en estructura pero que han variado en contenido. Por tanto compañero Raúl le felicito por seguir escribiendo sobre lo que tú poéticamente y políticamente te sensibiliza así como también las expresiones cientificistas que también compartes.

Saludos que estes bien y suerte en el futuro.